
Alguien mayor me dijo que estaba muy bien esta reflexión sobre la juventud. Una ámiga me comentó que le recordaba a su abuelo por lo del diente de oro y porque era un hombre muy imaginativo.
Ahí queda, abierta a diversas interpretaciones. Por mi parte prefiero no explicar el concepto original. Que cada cual saque sus propias conclusiones, a fin de cuentas lo interesante de este tipo de ejercicio es invitar a la reflexión personal.
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